DE LA HISTORIA
A LA MEMORIA

LOS HECHOS, EL SILENCIO, LA RECUPERACIÓN

GUERNICA/GERNIKA

Como escribe Joanna Bourke, “la primera gran demostración del poder de la aviación para diezmar a la población civil se produjo con el bombardeo de Guernica”.

(La Segunda Guerra Mundial. Una historia de las víctimas. Barcelona, Ediciones Paidós Ibérica, 2002, p. 29).

 

Dibujo de Mercedes Comellas Ricart, 13. Centro Español de Cerbère (¿1937-1938?). © BNE (Dib/19/1/881)

En el reverso de la fotografía: “Esta escena representa un bombardeo cuando la gente de un refugio está con los puños levantados diciéndoles maldiciones”

A finales de marzo de 1937, el Ejército del Norte inició la campaña contra Vizcaya donde se concentraba la mayor parte de la producción de hierro, carbón, acero e industrias químicas del país.

La ofensiva del País Vasco comenzó el 31 de marzo, cuando tuvo lugar el bombardeo de Durango por aviones de la Aviazione Legionaria italiana y la Legión Cóndor alemana. La población abierta e indefensa sufrió un “bombardeo en alfombra”, que había tenido precedentes en noviembre de 1936 en el bombardeo contra la población civil de Madrid y, en febrero de 1937, en el de la columna de refugiados civiles que huían por la carretera de Málaga hacia Almería, entre otros.

La campaña prosiguió con el avance de las tropas franquistas hacia Bilbao y el bloqueo de esa ciudad, cuyo control era esencial por su posición estratégica, sus fábricas de armas y su industria pesada. Fue tomada en junio de 1937.

El 20 de abril se reinició la ofensiva sobre Vizcaya. El 26 de ese mes tuvo lugar el bombardeo persistente por la aviación alemana e italiana de Guernica situada a 15 kilómetros de la línea de frente más cercana. Contaba con 5.630 habitantes además de refugiados, pacientes en los hospitales y soldados en retirada. Era una ciudad abierta sin defensas antiaéreas o terrestres.

Guernica tras el bombardeo de 26 de abril de 1937 © CDBG-FMPG

El centro de la población quedó envuelto en llamas, no así la Casa de Juntas, la Iglesia de Santa María y los restos del viejo roble y del nuevo árbol alejados del centro. Tampoco resultaron dañadas las tres fábricas de armas que estaban a las afueras porque así lo decidió el mando aéreo. En una de ellas se fabricaban bombas incendiarias similares a las que se lanzaron contra la ciudad, lo cual no deja de ser una paradoja más de las muchas que entraña la barbarie inherente a toda guerra.

La cifra de fallecidos a causa del bombardeo es difícil de determinar. Según el Gobierno Vasco el número de muertos fue de 1.654.

El ataque tuvo una repercusión internacional inmediata y se utilizó de manera propagandística por las partes contendientes. Durante años sus motivaciones y responsabilidades han estado envueltas en la polémica y los historiadores han diferido en la interpretación de los hechos.

El bombardeo de Guernica se convirtió en un símbolo de los horrores de la guerra moderna, que utiliza la aviación para masacrar a la población civil y desmoralizar al militar enemigo que lucha en el frente.

“Bombardeo”. Dibujo del niño Carlos García, 9 años. Colonia familiar de Puebla Larga (Valencia) (s.f. 1937-1938).
© BNE (Dib/19/1/724)

También contribuyó a acelerar el proceso de las evacuaciones de niños solos hacia colonias en zonas seguras de retaguardia o al extranjero, con el apoyo del Gobierno de la República y del Gobierno Vasco y de organizaciones de ayuda humanitaria nacionales e internacionales.

Anverso y reverso de una fotografía de un grupo de niñas vascas en el campamento de North Stoneham, Gran Bretaña (s.f. 1937). © BNE (GC Carp/228/1/14/3)

El cuadro de Picasso, “Guernica”, se erigió en reflejo de la masacre que implica la “guerra total”. Lo adquirió la República Española en 1937 para ser expuesto en el Pabellón Español de la Exposición Internacional de París que se celebró en junio de ese año. La pintura, alegato contra toda guerra, se ha convertido en un icono del arte del siglo XX.

El “Guernica” expuesto en el Pabellón Español de la Exposición Internacional de Paris. Delante del cuadro, una escultura móvil de Alexander Calder que lleva el nombre: “Almadén”. Calder fue el único artista no español con una obra en el Pabellón © MNCARS

En 1998 el Ayuntamiento de Gernika-Lumo decidió convertir el edificio que albergaba los Juzgados y Correos y Telégrafos en Museo Gernika. En 2003 abrió sus puertas al público como Fundación Museo de la Paz de Gernika con los objetivos de contribuir a la difusión de una cultura de paz y de defensa de los derechos humanos y de dar a conocer y preservar la memoria de la Guerra Civil española y, en particular, de la Guerra Civil en el País Vasco que sufrió más de 1.000 operaciones de bombardeo entre julio de 1936 y agosto de 1937.

Museo de la Paz de Gernika © FMPG

EL GUETO DE TEREZÍN

En la ciudad de Terezín, las autoridades alemanas establecieron uno de los campos de tránsito y guetos de mayor sufrimiento y muerte primero para los judíos del Protectorado de Bohemia y Moravia y más tarde para judíos de otros países europeos.

Ocurrió en 1941, en el marco de la política antisemita y de exterminio implementada por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, cuando se crearon guetos, campos de concentración y de muerte para los enemigos del Reich, en base a criterios raciales, étnicos, religiosos, políticos, genéticos o de nacionalidad. 

Hasta 1945, de los aproximadamente 155.000 hombres, mujeres y niños que pasaron por el gueto de Terezín, cerca de 35.000 perecieron por hambre, hacinamiento, enfermedades y ejecuciones, mientras que unos 88.000 fueron deportados a los guetos de Riga, Varsovia y Minsk, así como a otros lugares en la ocupada Europa del Este y a los campos de exterminio de Auschwitz, Treblinka y Majdanek.

Charlotta Burešová, Transporte, Terezín (1943-1945) © Památník Terezín (585)

Sólo unos 3.800 regresaron. Otros, como el joven checo Petr Ginz, sobrevivieron a través de sus obras, testimonios vivos de tragedias individuales y colectivas:

“Durante un año, he estado atrapado en un agujero horrible;
en vez de vuestras bellezas, solo tengo unas pocas calles.
Como un animal salvaje encerrado en una jaula,
me acuerdo de ti, Praga, cuento de hadas en piedra” 

Petr Ginz, Diario de Praga (1941-1942)

En las extremas condiciones del gueto, muchos adultos, ingenieros, gráficos, científicos, intelectuales y artistas, intentaron sobrevivir, preservar la esperanza, y cultivar y transmitir su saber. El gueto albergó actividades culturales y educacionales, dirigidas también a niños que realizaron 4.387dibujos y que perduran a la vida truncada de sus autores.

Acuarela de Eismannová Zdenka (12 años). Terezín, 1942-1943. © Památník Terezín (12345)  

En 1944, los internados de Terezín fueron testigos y protagonistas de un acontecimiento único hasta entonces en el sistema concentracionario nazi. El doctor Maurice Rossel, jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), visitó el gueto. Fue la primera visita autorizada a una institución humanitaria durante la Segunda Guerra Mundial.

Niños en el “paradisiaco” gueto de Terezín (1944). Maurice Rossel. © ACICR (V-P-HIST-01160-32)

Para tal propósito, el gueto fue presentado como un “asentamiento judío” autónomo donde los judíos recibían un trato “humanitario”, jugando un papel importante en la propaganda nazi para enmascarar las atrocidades que el Tercer Reich estaba cometiendo en Europa. Tras la visita, Rossel elaboró su informe, en el que señalaba el estado generalmente satisfactorio del gueto, “una ciudad con una vida casi normal”.

Antes de la rendición de Alemania, el CICR volvió a visitar el gueto de Terezin, en abril de 1945. A pesar de algunas acciones puntuales, su labor en favor de judíos y otros grupos perseguidos durante la Segunda Guerra Mundial fue un fracaso.

Tras la liberación del gueto, en mayo de 1945, fueron socorridos unos 30.000 supervivientes y otros prisioneros llegados en los últimos días de la guerra de Buchenwald y otros campos.

Acción de Ayuda checa, Terezín, 1945. © Památník Terezín (394, A 40/77)

En 1947 se creó el Memorial del Sufrimiento Nacional sobre la Pequeña Fortaleza de Terezín que sirvió como prisión de la Gestapo durante la Segunda Guerra Mundial.  Más tarde fue renombrado Memorial de Terezín, un lugar de preservación de la memoria y de conmemoración de las víctimas de la persecución política y racial nazi durante la ocupación del territorio checo.

El Museo del gueto. El parque de los niños de Terezín. © Památník Terezín

LA MAISON D’IZIEU

Monumento de Brégnier-Cordon. El bajo relieve reproduce un fragmento de la Meditación XVII de John Donne © Maison d’Izieu

“Los crímenes contra la
Humanidad no prescriben”

 

Sabine Zlatin

“Quiero expresar la idea que he tenido desde el principio de lo que Izieu debe ser:

· Un lugar que simbolice la denuncia de los crímenes contra la Humanidad

· [Un lugar que simbolice] la resistencia a las ideologías fanáticas […], único medio de lucha contra los regímenes que engendran tales crímenes

· Más que un simple memorial o un museo, esta casa debe ser un centro animador de los que luchan con el sentir que transmiten las palabras de John Donne”

Sabine Zlatin: Mémoires de la “Dame d’Izieu”. Éditions Gallimard, 1992, 95.

En abril de 1943 el sub-prefecto de Belley propuso a Sabine y Miron Zlatin trasladarse con el pequeño grupo de niños judíos que tenían a su cargo, a una casa que servía de colonia de vacaciones, situada en Lélinaz (Izieu), a la sazón ocupado por el ejército italiano.

Así, la Maison d’Izieu acogió, desde principios de junio de 1943 y hasta el 6 de julio de 1944, a la “Colonie d’enfants réfugiés de l’Hérault”.

Niños y adultos de la colonia junto al estanque, agosto de 1943. © Maison d’Izieu (Collection Henry Alexander)

Sabine y Miron Zlatin en 1927. © Maison d’Izieu (Collection succession Sabine Zlatin)

Durante la guerra, Sabine, enfermera de la Cruz Roja, se vinculó como asistenta social a la Œuvre de Secours aux enfants (OSE) y obtuvo autorización para visitar los campos de Agde y de Rivesaltes donde se hacinaban mujeres y niños, separados de los hombres. Una parte de ellos eran judíos.

La OSE trataba de sacar a niños judíos de los campos y los llevaba a las casas que tenía o bien los colocaba en familias cristianas. Cuando los alemanes ocuparon la zona sur de Francia, a finales de 1942, la OSE fue cerrando sus casas.

Fue entonces cuando la Prefectura de Montpellier pidió a Sabine, en su calidad de enfermera de la Cruz Roja, que se ocupara de 17 niños judíos que se encontraban solos en Campestre. Con la ayuda de Secours National, el matrimonio Zlatin llegó con los niños a Chambéry y tomó contacto con el sub-prefecto de Belley. En junio de 1943 los niños fueron instalados en Izieu. Por la colonia pasaron unos cien menores. El objetivo era buscarles familias o instituciones que les acogieran o intentar pasarles a Suiza.

 Niños y adultos de la colonia frente a la casa, verano de 1943. La mayoría murieron en Auschwitz. © Maison d’Izieu (Collection succession Sabine Zlatin)

En marzo de 1943 el matrimonio Zlatin era consciente de la necesidad urgente de cerrar la colonia. El 1 de abril Sabine marchó a Montpellier para tratar de arreglar la partida de los niños. El día 6, víspera de la “Operación Primavera”, la Gestapo de Lyon por orden de su jefe, el oficial de las SS, Klaus Barbie, irrumpió en la colonia y se llevó a los 44 niños y 7 adultos, entre ellos a Miron Zlatin. El niño más pequeño era Albert Bulka (Coco) y tenía 4 años.

De izquierda a derecha: Marcel Bulka, su hermano Albert y Alec Bergman. Este último salió de la colonia antes de la redada y sobrevivió. Verano de 1943. © Maison d’Izieu (Collection succession Sabine Zlatin)

El 8 de abril se registraba su entrada en el campo de Drancy. Desde allí los niños y cuatro de los adultos fueron llevados a Auschwitz donde murieron en la cámara de gas. Solo sobrevivió la cuidadora Léa Feldblum.

Miron Zlatin junto con Théo Reis y Arnold Hirsch fueron deportados hacia la zona del Báltico. En el camino se perdió el rastro de los dos adolescentes. Miron fue fusilado en Reval (la actual Tallin) el 31 de julio.

Mientras, Sabine trataba de averiguar qué había pasado con los niños y adultos, en particular con su marido, y se comprometía con la Resistencia. Tras la Liberación organizó la llegada de deportados al hotel Lutetia convertido en Centro de acogida. Tras su cierre en 1945, se instaló en París. Desde entonces y hasta su fallecimiento no cesó en su lucha contra el olvido.

Placa colocada el 7 de abril de 1946, en el edificio donde se alojaban los niños, en recuerdo de estos y de los adultos víctimas de la redada del 6 de abril de 1944. © Maison d’Izieu

En el largo camino por la recuperación de la Memoria de lo ocurrido en la Maison d’Izieu, el proceso a Klaus Barbie tiene un significado crucial. Después de la guerra, Barbie consiguió escapar bajo la protección del Servicio de Inteligencia Americano (CIA). Sin embargo, gracias a la determinación del abogado, Serge Klarsfeld y de su esposa Beate, fue localizado en Bolivia y extraditado a Francia. Entre mayo y julio de 1987 se le procesó en Lyon. Fue el primer caso de crimen contra la Humanidad juzgado en Francia.

Tras el proceso, surgió la idea de crear un Memorial en Izieu que fue inaugurado el 24 de abril de 1994 por el presidente de la República Francesa François Mitterrand.

EL CAMPO DE FOSSOLI

La política antisemita alcanzó su auge en Italia con la creación de un sistema de campos, consecuencia de la política de persecución, detención y deportación de judíos y antifascistas, desarrollada por la República Social italiana (1943-1945), con la colaboración policial y administrativa del ocupante nazi. Uno de estos campos fue el de Fossoli, implementado por el Gobierno italiano en diciembre de 1943.

Fossoli, campo nacional de deportación de Italia. © Archivio storico comunale di Carpi. CRE

Por Fossoli pasó el superviviente del Holocausto Primo Levi, junto a más de 5.000 internados políticos y raciales, mujeres, niños y hombres deportados a campos de concentración y exterminio nazis, como Auschwitz, Mauthausen, Dachau, Buchenwald, Flossenburg y Ravensbrück.    

Sé qué quiere decir no regresar.
A través de la alambrada
He visto al sol caer y morir;
Sentí lacerada mi carne
Por la voz del antiguo poeta:
“Los soles pueden caer y regresar:
Nosotros, al extinguirse la breve luz,
Hemos de dormir una noche infinita”

Primo Levi, El ocaso de Fossoli

Una de las mujeres internadas fue Ada Michelstaedter Marchesini, posteriormente deportada y asesinada en Auschwitz. A su tragedia sobrevivieron las cartas que escribió a su marido y que narran la vida en el campo de Fossoli, marcada por las distancias dolorosas, la esperanza, el miedo y la incertidumbre. En su última, decía:

Mi Beppi, ¡cuánto me hubiera gustado verte una vez más antes de mi partida! ¡Cuánto hubiera deseado saber de nuestro tesoro y de toda mi familia y la tuya! Esto no me es concedido y me voy con el pensamiento y el corazón lleno de vosotros, mis queridos, quién sabe si volveré o cuándo.

 Carta de Ada Michelstaedter Marchesini, 31 de julio de 1944. © Fondazione Fossoli

Al acabar la Segunda Guerra Mundial, el campo fue transformado en un centro de acogida de refugiados extranjeros, otras víctimas civiles de una guerra que dejó a millones de personas vagando por una Europa en ruinas.

Centro de acogida de extranjeros indeseables, 1947. © Fondazione Fossoli

En 1947, el antiguo campo de concentración fue transferido a la Obra de los Pequeños Apóstoles, rebautizada Nomadelfia. Lugar de desarrollo de una utopía humanitaria y comunitaria, la comunidad buscaba acoger y asegurar un futuro a las víctimas más inocentes de la guerra, los niños, huérfanos o abandonados, así como a los adolescentes, con la ayuda de las «madres de vocación». Con el traslado en 1952 de la comunidad a Grosseto, a Fossoli, ya Villaggio San Marco, llegaron refugiados de Istría y Dalmacia que residieron allí hasta 1970.      

La comunidad Nomadelfia, «donde la fraternidad es ley», 1947. © Fondazione Fossoli

Después de una década del final de la guerra y con ocasión del décimo aniversario de la Liberación, se dio paso a la recuperación de la historia de la deportación gracias a iniciativas familiares, de antiguos deportados y de organizaciones. En 1955, se inauguró la Muestra nacional de los campos nazis, la primera de ese tipo realizada en Italia con el fin de divulgar el fenómeno de la deportación.

“Nunca más un campo de concentración en el mundo”. Muestra nacional de los campos nazi, Carpi, 1955. © Fondazione Fossoli

 

La muestra itinerante avivó el proceso de memoria creando el terreno fecundo para dar una estructura permanente al recuerdo de la deportación. Después de años de trabajos, en octubre de 1973, se inauguró el Museo Monumento al Deportado en Carpi, el primero de este tipo en Italia.

Inauguración del Museo Monumento al Deportado de Carpi. © Fondazione Fossoli

 

Esta apertura representó un hito importante del sistema de la memoria, que condujo a la creación paulatina de un sendero educativo para comprender la historia, reflexionar sobre el pasado y la contemporaneidad, a partir del conocimiento de lugares emblemáticos, labor a la que también ha contribuido la Fundación Fossoli, desde su creación en 1996.

EL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA CONTEMPORÁNEA DE ESLOVENIA

El Museo Nacional de Historia Contemporánea se estableció en 1948 como Museo de Liberación Nacional de la República Popular de Eslovenia. Su propósito fue poner a disposición del público de postguerra los materiales, acontecimientos e ideales de la  lucha por la liberación nacional, para lo cual se llevó a cabo una exposición. En 1962, el museo fue renombrado Museo de la Revolución Popular y comenzó a recopilar material relacionado con el movimiento comunista, el Partido Comunista, la revolución popular en Eslovenia y el socialismo establecido. En la década de 1980, el museo amplió el alcance de los materiales recopilados incluyendo en sus colecciones una gama más amplia de objetos del siglo XX.

Bolsa médica partisana compuesta por instrumentos para cirugía menor como pinzas, escalpelos y sondas © MNZS (Colección de equipamiento médico partisano, 284A9887 y Sanitetni pribor_01)

La colección comprende cerca de 400 objetos relacionados con los servicios médicos y hospitalarios llevados a cabo en las unidades partisanas. El médico partisano Alexander Gale-Peter usó la bolsa hasta el final de la guerra.

Delo, no. 3, junio 1942, publicado por el Comité Central del Partido Comunista de Eslovenia (izq.). Prešeren’s Zdravljica, publicado por el Comité Regional del Frente de Liberación de Gorenjska, 1944 (dcha.) © MNZS (Collection of partisan techniques and print shops)

Durante la Segunda Guerra Mundial, la prensa partisana fue una parte importante de la revuelta en la lucha cultural. Inspiraron la lucha de liberación nacional y le dieron apoyo moral. Las imprentas ilegales produjeron libros, folletos y publicaciones periódicas, carteles, avisos, folletos y documentos falsificados de los ocupantes, etc. Instaron a la gente a rebelarse, les informaron, enseñaron, guiaron, alentaron e incluso indirectamente salvaron vidas.

Teatro de marionetas de los partisanos creado por el escultor Lojze Lavrič © MNZS

Creado después de la liberación de Bela Krajina y compuesto por 16 marionetas. El primer espectáculo, de teatro de propaganda al aire libre, Jurček in trije razbojniki (Jurček y los tres bandidos) se estrenó en la víspera de Año Nuevo de 1944 y, posteriormente, realizó una gira por el territorio liberado.

Dragón de hojalata con adornos de hueso, obra de Nande Vidmar realizado en Rinicci © MNZS (Collection of objects from the concentration camps and prisions)

La obra de Nande Vidmar, realizada en el campo de concentración de Gonars, incluye trabajos realistas y documentales, abarcando retratos y representaciones de la vida de los internados y del campo de concentración, elaborados principalmente con tiza y lápiz. En Rinicci, Vidmar trabajó en un taller donde los internos elaboraban objetos decorativos de hojalata y hueso.

El Museo mantiene varias exposiciones permanentes como la titulada “Los eslovenos en el siglo XX” o la destinada a la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias. En estas y otras exposiciones, además de los objetos, las colecciones fotográficas permiten mantener el ritmo de los procesos sociales que dan forma a la visión histórica del pasado.  

Después de la guerra tanto Yugoslavia como Eslovenia estaban devastadas y su única esperanza estaba en la ayuda extranjera que llegó a través de la United Nations Relief and Rehabilitation Administration. En Eslovenia, aproximadamente, un 70% de la población dependía de la asistencia que facilitaba la organización, que se mantuvo hasta el 20 de junio de 1947.

En 1994, tres años después de que Eslovenia obtuviera su independencia, el museo pasó a llamarse Museo de Historia Contemporánea ampliando, aún más, el ámbito de sus colecciones para abarcar desde principios del siglo XX hasta la actualidad. En 2001, se estableció como Museo Nacional de Historia Contemporánea.

Cañón de infantería alemán de 75mm ©MNZS