LAS INFANCIAS
EN LAS GUERRAS
EUROPEAS
LOS NIÑOS EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
El estallido de la Primera Guerra Mundial representó una ruptura con el pasado, con las políticas dominantes y con el viejo orden monárquico e imperial. Su desarrollo también marcó un cambio importante en la historia europea de los conflictos bélicos.
La utilización de la población civil como objetivo de guerra, provocó el desplazamiento de millones de civiles europeos y afectó a la vida de los niños de una manera desconocida hasta el momento.
La invasión y ocupación de los territorios, los bombardeos sobre las ciudades y la deportación por cuestiones étnicas y religiosas provocaron el traslado de, aproximadamente, 10 millones de personas en flujos tanto internos como a través de las fronteras.

Postal en beneficio de los civiles afectados por la guerra (1915). NWWIMM (2005.98.363)
Las personas desplazadas obtuvieron un trato muy diverso en los diferentes países: desde la obtención de diversos niveles de asistencia al internamiento en campos de concentración. En campos como los de Holzminden, Rastatt y Havelberg, en Alemania, o Gouda, Nunspeet y Bergen op Zoom, en los Países Bajos, se confinó a los combatientes junto con sus familias.
Los armenios y asirios que escaparon o sobrevivieron a la masacre de las tropas turcas, representan el caso más extremo de desplazamiento civil durante la guerra, a consecuencia del cual murieron entre 600.000 y un millón de personas.

Refugiados belgas en el campo de Bergen op Zoom (entre 1914 y 1915).
LOC (LC-B2-3459-12 [P&P])

Niños polacos en el campo de Holzminden (Alemania). ACICR (V-P-HIST-03085-25)
A diferencia de lo que sucedía con los soldados, no existía ningún acuerdo internacional que protegiera a la población civil y en particular a los niños -huérfanos, abandonados o no supervisados- que llenaron las ciudades y que, en gran medida, presentaban problemas de desnutrición y enfermedades como el tifus.
Organizaciones humanitarias, como la de los cuáqueros Friends War Victims Relief Committee, se convirtieron en representantes de las víctimas inocentes, de los no combatientes, y de esta manera la idea humanitaria de socorrer a los niños se extendió a todas las partes en conflicto.

Campaña de recogida de fondos del American Committee for Relief in the Near East (Ethel Bettsbains, 1918). © LOC (Prints and Photographs Division Washington D.C., LC-USZC4-1343)
Las primeras acciones de ayuda que se llevaron a cabo, destinadas a proporcionar alimento y refugio, recayeron sobre las autoridades locales, los gobiernos centrales, y las organizaciones caritativas y no gubernamentales como la Cruz Roja o el American Committee for Armenian and Syrian Relief, creado en 1915 para ayudar a los armenios víctimas de los turcos y renombrado como Near East Relief, en 1919.

“En un país bombardeado. Madre y niño con máscaras de gas”. 1918. © BnF
(département Estampes et photographie, EI-13 (585))
La ocupación de países como Bélgica (1914), el bloqueo naval británico (1914-1919), la insuficiencia en la producción de comida y las estrategias alimentarias de racionamiento llevadas a cabo por los diferentes estados, provocaron un problema de hambruna que afectó especialmente a los niños.
En Alemania, se establecieron Cocinas Públicas como parte del sistema de nutrición en tiempo de guerra mientras que, en otras regiones, se crearon organizaciones como la Commission for Relief in Belgium (1914-19), presidida por Herbert Hoover, que llevó a cabo un programa de alimentación internacional dirigido a los belgas y franceses que se encontraban en territorio alemán ocupado.

Huérfanos de guerra comiendo al aire libre (1915). © BnF (département Estampes et photographie, EI-13 (471))
El alcance de los problemas de salud provocados por la desnutrición tomó cariz de problema político generando protestas y marchas contra la hambruna y el bloqueo, como el movimiento Fight the Famine, transformando la lucha contra el hambre en una causa de socorro internacional

Publicidad de la Women´s International League para romper el bloqueo naval.
© CRL (SCF/SC/DB/2).
Eglantyne Jebb protestó contra el bloqueo naval británico en Europa Central repartiendo panfletos como este. En mayo de 1919, fundó Save the Children Fund y promovió la Declaración de los Derechos de los Niños.
LA DIPLOMACIA HUMANITARIA EN LA POSTGUERRA
Los niños constituyeron uno de los mayores problemas de las sociedades de postguerra como consecuencia de los desplazamientos geográficos y de las situaciones de malnutrición, orfandad y abandono que les dificultaron, a su vez, el acceso a alojamientos adecuados, cuidados médicos y educación.
A principios de 1919, el bienestar de los niños adquirió prioridad en la agenda internacional: establecer estándares de educación, definir sus derechos, proteger a los huérfanos y refugiados, regular las condiciones laborales infantiles o evitar su trata; fueron algunas de las cuestiones más importantes que se abordaron.

“The health of the child is the power of the nation”. Children’s year (April 1918 – April 1919)
© LOC (LC-USZC4-9867)
La creencia de que la cooperación internacional en el campo humanitario podría ayudar a prevenir la guerra, propició, entre otros factores, el origen de la Sociedad de Naciones, organismo que se convirtió en el elemento principal de la infraestructura del internacionalismo del período de entreguerras. Compuesta por delegados de los estados y de organizaciones privadas humanitarias, posibilitó que éstas últimas se incorporaran a la esfera de las relaciones internacionales.

Propaganda del American Society for Relief of French War Orphans para fomentar el apadrinamiento de niños de Francia. © NWWIMM (1976.315.42)
El hambre y los cuerpos de niños abandonados se convirtieron en el símbolo de las repercusiones negativas de la guerra y la postguerra. Las fotografías constituyeron un importante elemento para la movilización transnacional y el llamamiento a acciones de solidaridad. Además de hacer visible el sufrimiento de los niños, las fotografías permitieron mostrar las acciones de rescate de los benefactores.

Fotografía realizada por Fridtjof Nansen de niños refugiados como consecuencia de la hambruna en Rusia (1921-1923). © ACICR (V-P-HIST-02590-20A)
Las imágenes de niños desnudos con muestras visibles de las consecuencias del hambre en su cuerpo sirvieron para concienciar y obtener recursos con los que hacer frente a la crisis humanitaria.

Un grupo de niños vestidos con donaciones de la Cruz Roja Americana en Magyarország,
Hungría (alrededor de 1920). HNM (2137/1954 fk)
La causa de los niños tomó un nuevo y simbólico significado para el futuro de la civilización Occidental: se convirtieron en el icono de las víctimas inocentes de la guerra y de sus consecuencias, pero también en una prioridad para la reconstrucción física de las naciones y para el proceso de reconciliación que se plasmó en iniciativas de educación para la paz.

“Niños, no juguéis a la guerra. Padres … si queréis que sus hijos vivan, prepárense para el desarme moral. Retiren los juguetes militares”. © BnF (département Estampes et photographie, ENT QB-1 (1931-1939) -ROUL). Campaña publicitaria realizada por la Liga Internacional de Luchadores por la Paz.
En septiembre de 1924, la Asamblea General de la Liga de Naciones adoptó unánimemente la Declaración de los Derechos de los Niños, llamada la Declaración de Ginebra, y se creó el Child Welfare Committee con asesores como la Save the Children International Union y la International Association for the Promotion of Child Welfare, marcando el inicio del trabajo social para la infancia como causa oficial de las relaciones internacionales.

Nuevas ideas desde América. “Alex” un niño que trabaja en St. Étienne, absorto, estudiando el modelo de parque de recreo en la exhibición. American Red Cross Child Welfare Exhibition en St. Étienne (Julio de 1918, Lewis Hine). © LOC (Prints and Photographs Division, LC-A6199- 3327).
Organizaciones como ARA, además de prestar ayuda a los niños, estableció la misión de trasladar a los niños los valores americanos.
LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA:
DESPLAZAMIENTOS, EVACUACIONES Y EXILIO
La Guerra Civil española fue el principal conflicto europeo en el periodo de entreguerras, manifestación de la crisis en la que estaba inmerso el continente y preludio de la Segunda Guerra Mundial.
Ejemplo de «guerra total», los dos bandos antagónicos movilizaron todos los recursos materiales y humanos para la derrota del enemigo y la victoria en el frente, con graves consecuencias sobre la sociedad civil, en especial sobre los colectivos de mujeres y niños.

Yo he dibujado un bombardeo que vi un día en San Sebastián durante la guerra”. Ángeles Benito (niña), 14 años de San Sebastián. Colonia infantil de Bayona, Francia.
© BNE (Dib/19/1/ 873)
Las penurias alimentarias, las enfermedades y las malas condiciones higiénicas acompañaron a mujeres y niños desde el estallido de la guerra. Los bombardeos y el avance de los sublevados desencadenaron evacuaciones de menores a las costas de Levante y Cataluña y al extranjero para protegerlos de los horrores de la guerra. Más de 32.000 «niños de la guerra» encontraron refugio en Francia, Bélgica, Inglaterra, la URSS, Suiza y México.
Tras la derrota de la República parte de estos niños fueron repatriados a España, mientras que para otros la estancia en el país de acogida se prolongó en el tiempo, a veces de por vida, como ocurrió, sobre todo, con los que habían sido evacuados a México y a la URSS.

Evacuación de niños a Francia. “En este dibujo se ve la evacuación que hicimos en Gijón para venir a Francia”. Rosita Corral (niña), 12 años, de Santander. Colonia infantil de Bayona, Francia. © BNE (Dib/19/1/ 844)
La Guerra Civil fue un conflicto con gran resonancia internacional e impacto en la opinión pública. El conflicto produjo reacciones de solidaridad, convirtiéndose en el campo de batalla entre el fascismo y la democracia. Una de las expresiones más relevantes de esa solidaridad fue la ayuda humanitaria proporcionada por distintos organismos a la población civil, con atención especial a la infancia.

Ayuda cuáquera a los niños en el sur de España. © AFSC
La acción humanitaria en España fue desarrollada por una multitud de organizaciones, algunas de las cuales, socorrieron a niños en ambos bandos: Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR); Save the Children Fund; Servicio Civil Internacional (SCI); Unión Internacional de Socorro a los Niños (UISE); o los cuáqueros británicos y americanos: Friends Service Committee y American Friends Service Committee.
La solidaridad internacional que despertó la democracia española se tradujo en una ayuda enorme configurada por un gran entramado de organizaciones, que actuaron en el territorio republicano: el Socorro Rojo Internacional; la red de ayuda frentepopulista del Comité International de Coordination et d’Information pour l’Aide à l’Espagne Républicaine; y el Comité de Ayuda Suiza a los Niños de España, formado por asociaciones benéficas, religiosas y pacifistas helvéticas.

Colonias infantiles de verano del Socorro Rojo Internacional. © CDMH (PS-CARTELES,509)
La ayuda humanitaria de esas organizaciones consistió en el envío y distribución de víveres, productos farmacéuticos y de higiene, medicinas y ropa, pero también en la asistencia médica, el cuidado y la educación infantil. Otras labores esenciales se centraron en la evacuación de niños, el establecimiento de una red de colonias, hogares y comedores infantiles y la administración de hospitales.
A diferencia del conglomerado de organizaciones que socorrieron a la República, en la zona sublevada actuó Auxilio Social, organismo de asistencia y propagada del régimen. Su ayuda a los niños se materializó en la creación de colonias de reposo, cocinas de hermandad, comedores infantiles y distribución de comida. También proporcionaron ayuda la Cruz Roja o el SCI, entre otras organizaciones, aunque eran miradas con recelo por los militares y quienes les apoyaban.

Un comedor del Auxilio Social. © BNE (GC-CAJA/60/14/3)
La inminente derrota republicana a principios de 1939 desencadenó otra crisis humanitaria por la huida de cerca de 500.000 personas a Francia. Organizaciones como los cuáqueros socorrieron a los exiliados y les prestaron ayuda en los campos de internamiento franceses, al igual que lo hicieron el Socorro Suizo y la Office Internationale pour l’Enfance con los niños, entre otras organizaciones.

Mujeres y niños en la frontera con Francia, 1939. © Arch. CEGESSOMA (56035)
GUERRA, INTERNAMIENTO, DEPORTACIÓN, EXTERMINIO
La Segunda Guerra Mundial, que se abatió sobre Europa, es el mayor conflicto de la historia de la humanidad, sin precedentes en cuanto a horrores y atrocidades, saldándose con unos 70 millones de víctimas mortales, entre civiles y combatientes.

Niños afectados por la guerra en Polonia (1939-1945). © ACICR (V-P-HIST-01351)
Los combates, los bombardeos aéreos y el avance de los ejércitos beligerantes, condujeron al éxodo de millones de personas que tuvieron que abandonar sus hogares, enfrentándose al hambre, al miedo, a la separación familiar o a la muerte. El avance de los frentes bélicos desencadenó una dramática situación humanitaria, con secuelas sobre niños y adolescentes.
La escasez de productos, las requisiciones del ocupante y el bloqueo económico aplicado por las potencias beligerantes, en especial por los británicos, imposibilitaron a veces la llegada de la ayuda humanitaria. De forma excepcional, se permitió el paso de mercancías para los civiles más afectados, como fue el caso de la población griega y el de los internados en los campos del Sur de Francia.

Reparto de comida en una cantina de niños en Atenas bajo la misión de la Cruz Roja suiza en Grecia (1942). © ACICR (V-P-HIST-02514-02)
Las organizaciones humanitarias intentaron aliviar la situación de los niños con socorros intelectuales y morales como libros y juguetes, además de evacuaciones a zonas alejadas del frente o a Suiza, establecimiento de maternidades, colonias y hogares infantiles, apadrinamientos y acogidas familiares, y suministros alimentarios, materiales y médicos.

Dibujo infantil en agradecimiento a los cuáqueros por la asistencia prestada a niños y refugiados en el sur de Francia (1942). © AFSC
El destino de los niños fue marcado por la guerra, pero también por el Holocausto, el asesinato de seis millones de judíos por el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial. De ellos, un millón de niños fueron deportados y murieron en los campos de exterminio de Auschwitz-Birkenau, Sobibor, Treblinka, Majdanek y Chelmno. También fueron asesinados decenas de miles de menores romaníes, entre 5.000 y 7.000 niños alemanes con discapacidades mentales y físicas, y niños polacos y rusos, a veces fusilados junto a sus padres.

Mujeres y niños en la rampa de selección del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau (mayo de 1944). La mayoría de ellos fueron exterminados. © USHMM (77320)
“Marcaron judío
En el centro, de forma legible
Marcaron judío
Sobre mi corazón de siete años”
Albert Pesses, Le Badge
Algunas organizaciones desarrollaron operaciones de rescate como el Kindertransport, el traslado de unos 10.000 niños de Alemania, Austria, Checoslovaquia y Polonia a Gran Bretaña (1938-1939), bajo el paraguas del Movimiento para el Cuidado de los Niños de Alemania. Decenas de miles de judíos fueron ayudados por American Jewish Joint Distribution Committee and Refugee Aid y American Friends Service Committee para salir de Europa.
Los cuáqueros también se distinguieron por sus operaciones de socorro en los campos del Sur de Francia, donde establecieron comedores y sacaron a niños para ponerles a salvo en sus hogares infantiles. Otras organizaciones como Œuvre de Secours aux Enfants escondieron a niños en hogares infantiles en la zona libre de Francia o en casas independientes.

Internados en el campo de Rivesaltes, ante la barraca de socorro a los niños, esperando el almuerzo (1941-1942). © USHMM (32285)
La solidaridad y el respeto por la vida humana condujeron a misiones de rescate individuales en países europeos. Por ejemplo, en Hungría, decenas de miles de judíos obtuvieron salvoconductos de protección de países neutrales gracias a diplomáticos extranjeros. Éstos pararon deportaciones y crearon casas “seguras” bajo protección diplomática, labor a la que contribuyó también Friedrich Born, delegado del CICR, con la creación de 60 hogares infantiles para casi 8.000 niños.

La “Casa de Cristal”: embajada suiza en Budapest, desde donde se emitieron salvoconductos (1944). © AfZ (105735)
En un mundo de silencio sobre la cuestión judía, más de 17.000 políticos, diplomáticos, humanitarios, sacerdotes, partisanos y otros civiles intentaron salvar el mayor número de vidas en condiciones de riesgo. Sus valores y su humanidad les valieron el título de Justos entre las Naciones; y a las organizaciones cuáqueras el Premio Nobel de la Paz por ayudar a la infancia en los conflictos bélicos.
LOS NIÑOS EN EL CONTEXTO DE UNA EUROPA EN RUINAS
La UNRRA (United Nations Relief and Rehabilitation Administration, 1943-1947) y su sucesora, la IRO (International Refugee Organization, 1947-1951), fueron las organizaciones intergubernamentales encargadas de dirigir las operaciones de socorro, organizar los campos de refugiados y el retorno de los desplazados tras la guerra. Bajo su supervisión se situaron distintas organizaciones privadas, a excepción de organizaciones judías como el American Joint Distribution Committe.

“Una vez vestidos y con buena salud estos niños son traslados en tren a otro campo de la UNRRA” (Italia, 1945-6). © UN Archives (S-0800-0002-0018-00011)
La UNRRA se encargó del alojamiento, alimentación, vestimenta y repatriación de unos 6.000.000 de personas desplazadas en Europa. Entre ellos, el grupo de niños se dividía entre los que se encontraban con algún familiar, internados en los campos de desplazados según su nacionalidad, y aquellos no acompañados, al menos 22.000, recogidos en centros infantiles. Algo más de 343.000 niños estaban perdidos. Su identificación y repatriación fue objeto de disputas diplomáticas internacionales.

Niños sentados formando una estrella de David en una casa para niños mantenida por el Oeuvre de Secours aux Enfants (OSE) en Francia (Walter Limot/ Photo Limot, 1945 – 1950) © USHMM (71198)
La OSE fue la organización más importante para el socorro de los niños judíos en Francia. Mantuvo 25 casas para unos 2.000 menores y recogió a niños judíos situados en casas de acogida e instituciones católicas.
La ocupación de países como Bélgica (1914), el bloqueo naval británico (1914-1919), la insuficiencia en la producción de comida y las estrategias alimentarias de racionamiento llevadas a cabo por los diferentes estados, provocaron un problema de hambruna que afectó especialmente a los niños.
En Alemania, se establecieron Cocinas Públicas como parte del sistema de nutrición en tiempo de guerra mientras que, en otras regiones, se crearon organizaciones como la Commission for Relief in Belgium (1914-19), presidida por Herbert Hoover, que llevó a cabo un programa de alimentación internacional dirigido a los belgas y franceses que se encontraban en territorio alemán ocupado.

¿Quién sabe dónde? Buscamos 100.000 niños de diversas nacionalidades que fueron secuestrados en Francia por los nazis (1945-1949). © Bundesarchiv (Plak 004-007-016)
A las dificultades organizativas se añadió el estado mental y físico de los niños. Los trabajadores sociales, norteamericanos y británicos principalmente, incorporados a las tareas de socorro, señalaron que muchos de aquellos niños no habían conocido la autoridad parental y vivían en grupos bajo las leyes de la supervivencia, llegando a definirles como “niños lobo”.

Habitantes de las cuevas de Nápoles, Italia. © UN Archives (S-0800-0002-0015-00016)
La IRO fijó la categoría de “niño” en los menores de diecisiete años. Los niños que permanecieron en Campos de Desplazados eran principalmente adolescentes ya que los nazis eliminaron a aquellos que no eran capaces de trabajar. Los adolescentes podían mentir sobre su edad para evitar, por ejemplo, la repatriación forzosa. Las organizaciones humanitarias se centraron en la rehabilitación moral y psicológica, puesto que su edad dificultó su reasentamiento o adaptación, e incluso, países de acogida como Suiza y Suecia, sólo ofrecieron asilo temporal a los niños menores de 12 años.

“Frío y hambre. Niños alemanes en la postguerra”, Berlín, 1946. © ACICR (V-P-HIST-02958-12A)
La UNRRA y las autoridades militares se ocuparon de los denominados niños de Naciones Unidas. Los niños alemanes, considerados “enemigos nacionales”, quedaron fuera de su responsabilidad.
El internacionalismo durante la posguerra supuso una explosión de nuevas organizaciones no gubernamentales, muchas de ellas con carácter confesional, como las organizaciones vinculadas a los protestantes Church World Service o Lutheran World Relief que se unían a las establecidas Catholic Relief Service, Unitarian Service Committee, American Friends Service Committee o American Joint Distribution Committee. En 1951, las Naciones Unidas reconoció 188 organizaciones humanitarias internacionales.

Granja-escuela americana cerca de Salónica organizada por el Friends Relief Service para chicas de entre 14 y 16 años (Grecia, 1944-1948). © UN Archives (UNRRA/3036, S-0800-0004-0004-00076)
La rehabilitación y cuidados de los niños quedaron vinculados a conceptos como el desarrollo psicológico del niño en el contexto de su comunidad, estableciendo la procedencia y la familia como fuentes de identidad individual, y valorando las necesidades de los niños en función de su edad, nación, religión y género.